Si bien las energías renovables llevan poco tiempo reconocidas como fuentes de energía convencionales, se están convirtiendo rápidamente en una de las alternativas preferidas por los consumidores a nivel mundial. La combinación entre las tendencias facilitadoras y las tendencias de demanda presentadas últimamente en países desarrollados y en vía de desarrollo, han dado paso a la competencia entre la energía solar y las fuentes dominantes de energía eléctrica, haciendo incluso que las soluciones renovables se ubiquen en la delantera en cuestión de preferencias.
El primer indicador que nos confirma que las energías renovables se están convirtiendo rápidamente en las fuentes alternativas preferidas en el mercado es la paridad de precio y de desempeño que han logrado, tanto en la red como en las tomas de corriente; el segundo es que las energías solar y eólica han ayudado a equilibrar la red de distribución de manera rentable; y el tercero es que las nuevas tecnologías están incrementando la ventaja competitiva de estas fuentes de energía.
La demanda de los consumidores de energía ha confluido en tres objetivos que, conforme a las primeras tres tendencias, se han logrado cumplir mediante el uso de energías renovables. Si bien el énfasis en cada meta puede ser distinto, los consumidores buscan las fuentes de energía más confiables, asequibles y amigables con el medio ambiente.
Algunos de los principales consumidores son:
-
- Las ciudades que integran energías renovables en sus planes de ciudad inteligente.
-
- Los proyectos energéticos comunitarios, que democratizan el acceso a los beneficios de las energías renovables dentro y fuera de la red de distribución.
-
- Los mercados emergentes, que lideran el despliegue de las energías renovables en su camino al desarrollo.
-
- Los conglomerados corporativos, que están expandiendo el alcance de su adquisición de energía solar y eólica.
Es muy probable que estas tendencias se continúen fortaleciendo a través de dos círculos virtuosos que se alimentan mutuamente. El despliegue de nuevas tecnologías ayudará a reducir más los costos y a mejorar la integración. Esto, a su vez, permitirá que cada vez más consumidores elijan su fuente de energía preferida y así aceleren las transiciones energéticas nacionales alrededor del mundo.
